domingo, 18 de noviembre de 2012

El baile de la Victoria

     Tengo la sana costumbre de no hacer demasiado caso a las críticas de cine. Añado que suele ser después de haber visto la película cuando las leo. No me gusta ir desde el principio con ideas y prejuicios sobre la cinta, porque creo que le resta encanto.

     Hacía tiempo que quería ver El baile de la Victoria, el dvd andaba por casa desde hacía varios meses y nunca encontraba el momento de verla. Hasta el otro día. Y me alegro mucho de haber hecho caso omiso a las críticas. Confieso que fueron dos nombres propios los que me animaron: Fernando Trueba (gran y más que reconocido director) y Ricardo Darín. Este último está en mi lista de “actores favoritos de toda la vida”, ¡me encanta, me entusiasma! (… ya está, ya lo dije). 


     El argumento es éste: Tras la dictadura chilena, el joven y entusiasta Ángel Santiago (Abel Ayala) y el famoso ladrón de cajas Nicolás Vergara Grey (Ricardo Darín) salen de la cárcel el mismo día, pero con propósitos diferentes. Ángel quiere dar un gran golpe y enriquecerse, además de vengarse del alcaide de la cárcel. Nicolás sólo desea limpiar su reputación y rehacer su vida junto a su familia. Ángel está decidido a llevar a cabo el robo junto con Vergara Grey, pero todo cambia cuando encuentra a Victoria, una joven huérfana y muda con un gran talento para la danza. 
     Mi opinión, lo siento, dista bastante de la de la mayoría del público y los críticos. Me pareció una buena película y, además, entretenida. Aunque cruda en muchos aspectos, posee una gran belleza. La fotografía, la ambientación y la estética en general están cuidadísimas. La banda sonora me pareció correcta. Todavía no entiendo cómo es posible que haya sido tan infravalorada y maltratada... (¿Será que hemos visto cintas diferentes?)
     Abel Ayala se lleva casi toda la atención (es inevitable, no hay forma humana de hacer callar a su personaje, un pillo bonachón e ilusionado). Ricardo Darín, con un rol de co-protagonista, brinda una interpretación de calidad (como siempre, apostillo).  Y por supuesto, muy bueno el baile de Miranda Bodenhöfer (un pelín contemporáneo para mi estilo -sí, para eso soy muy "pureta"-, pero eso no quita que haya hecho un buen trabajo).
 
Una historia como un cuento agradable y hermoso, con mucho arte y sutileza. Os la recomiendo, y espero que os guste como a mí.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Rarezas de Nightwish

Canciones hermosas que, a parte de los fans más acérrimos de la banda, poca gente conoce y han pasado sin pena ni gloria injustamente. Allá van algunas, espero que os gusten:

While Your Lips Are Still Red
La voz más aterciopelada de Marco Hietala (quien la compuso, junto con Tuomas Holopainen) para una canción lenta, delicada y romántica, de la que nunca me cansaré. Preciosa letra. Nada de voces femeninas ni guitarra, sólo piano, violín, contabajo y batería... y Marco, por supuesto.


The Forever Moments
Echemos ahora la vista atrás, hacia el principio, a mediados de los años noventa, cuando la banda grabó una demo (llamada "Nightwish") con tres temas. Uno de ellos es The Forever Moments. Guitarras acústicas, teclados y Tarja cantando en falsete como lo hacía al principio. Muy bonito, y apenas conocido, nos lleva de vuelta a la inocencia y sencillez de su primer trabajo, Angels Fall First, (uno de mis preferidos) que bien podría incluírse en este post.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Epitafio

"Ya somos el olvido que seremos.
El polvo elemental que nos ignora
y que fue el rojo Adán y que es ahora
todos los hombres y que no veremos.
Ya somos en la tumba las dos fechas
del principio y el término, la caja,
la obscena corrupción y la mortaja,
los triunfos de la muerte y las endechas.
No soy el insensato que se aferra
al mágico sonido de su nombre;
pienso con esperanza en aquel hombre

que no sabrá que fui sobre la tierra.
Bajo el indiferente azul del cielo
esta meditación es un consuelo."
- Jorge Luis Borges 

martes, 6 de noviembre de 2012

El entendidillo que se pasó de listo

El otro día, en cierto lugar sobre la Tierra (concretamente en una sección de poesía) pude ser testigo de los hechos que ahora me dispongo a relataros. 
Fuera ya era de noche, y debía darme prisa. Qué sorpresa al encontrar allí, taponando la estantería, a un individuo de lo más peculiar. Sí, hasta aquel momento había creído que la enfermedad de los "moderno-pseudoentendidillos" se curaba con la edad. De eso nada. Ese hombre ya había superado los cincuenta tiempo atrás. ¿Y qué hacía exactamente, además de impedir que campase a mis anchas? Pues qué iba a hacer: intentar ligarse a la mujer de turno con su culta y magnética cháchara. Y yo allí en medio, con el "Teatro completo" de Oscar Wilde, haciendo bíceps. Todo lo que salió por aquella boca no lo recuerdo, pero sí dos Burradas con B mayúscula.  No dejaba de repetir "Kaiku"(deduje que se refería a los haikus, no que fuese una nueva especie de publicista). Kaiku no sé qué, kaiku no sé cuánto...
 Después se lució con una disertación sobre Rubén Darío (mi escritor de lengua hispana preferido, por cierto). Mis oídos percibieron una oración de lo más profunda, algo así como "Es que ves a Rubén Darío, tan feo y tan gordo, y dices uy, no" (no fueron sus palabras exactas, pero captáis el sentido, ¿verdad?) ¿¡Pero qué clase de barbaridad es ésa!? Y, sobre todo, ¿a quién se le puede ocurrir? ¿Os imagináis leer solo a los literatos atractivos físicamente? ... Pues eso. Al final, la pobre y atosigada mujer escogió un libro de Benedetti y se fue, con una sonrisa de distante cortesía.
Moraleja:
1) Ir de intelectual es muy fardón y todo eso, pero no todo el mundo puede hacerlo (aunque parezca que ahora, en la era de Internet y del gafapastismo exacerbado, esté al alcance de cualquiera)
2) ¡Hombres del mundo!, ligar hablando de poesía está muy bien (los que sabéis cómo quedáis como señores); pero, por favor, absteneos de decir burradas de cosecha propia y aseguraos de que tenéis unos conocimientos básicos ;)